ESTA ENFERMEDAD AUTOINMUNE SE CARACTERIZA POR LA EXTREMA SEQUEDAD DE LOS OJOS Y LA BOCA

La sensación que produce tener los ojos o la boca muy secos suele causar muchas molestias si se padece de forma habitual. Hidratar y lubricar las zonas afectadas es fundamental para aliviar estas sensaciones, pero a veces, surgen problemas mayores debido al llamado síndrome de Sjörgen, un trastorno autoinmune que ataca a los órganos que normalmente producen los líquidos lubricantes del cuerpo.

El síndrome de Sjörgen o síndrome seco es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a las glándulas exocrinas del cuerpo humano, que son aquellas que vierten su secreción hacia el exterior, como la saliva, el sudor, las lágrimas o el flujo vaginal, entre otros. Este trastorno afecta sobre todo a las glándulas salivales y lagrimales, por eso la sequedad ocular y oral son dos de los primeros síntomas que padecen las personas que lo sufren.

PRIMEROS SÍNTOMAS
Cuando se trata de los ojos, los síntomas suelen ser picor y escozor ocular o sensación de arenilla y dolor. Mientras que la sequedad oral se manifiesta normalmente por la sensación de sed, escozor en la lengua que suele estar enrojecida, además de tener mucha dificultad para masticar o tragar y ser más propensos a padecer caries dentales.
Según este trastorno va avanzando, puede presentar también sequedad nasal y tos debido a la sequedad del árbol respiratorio, así como sequedad vaginal, con prurito y dolor en las relaciones sexuales. Otros síntomas también habituales, pueden asociarse a dolor y rigidez en las articulaciones, así como dolores musculares. En cualquier caso, estos síntomas van a variar de unos pacientes a otros, según las glándulas que más se vean afectadas.

Al tratarse de una enfermedad autoinmune no puede curarse, ya que en este tipo de trastornos, el sistema inmune del cuerpo ataca por error sus propias células y tejidos del organismo. Pero con un tratamiento apropiado, los síntomas pueden aliviarse mucho y la persona que lo padece puede tener una buena calidad de vida.

TRATAMIENTOS
Una vez diagnosticada la enfermedad por un médico, los tratamientos varían desde ungüentos lubricantes para la sequedad nasal y vaginal a preparados de lágrimas artificiales para la sequedad ocular. En el caso de los dolores articulares y musculares, los antiinflamatorios pueden aliviar también los síntomas, según las molestias que presente el paciente.

Los productos naturales también pueden ayudar a combatir las molestias ocasionadas por el síndrome de Sjörgen, sobre todo aquellos que contribuyen a la hidratación de las mucosas y el fortalecimiento del sistema inmunológico. De todos los ácidos grasos, tan importantes para nuestro organismo, el Omega 7 es el que más puede ayudar en este trastorno por su influencia sobre las mucosas y la piel. Éste ácido graso monoinsaturado está presente en los aceites animales, aceites vegetales y marinos, y tal y como reconoce la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), contribuye a la correcta función de la mucosa del ojo seco, de la vagina y de la boca, por eso se recomienda en los casos de sequedad y picores. Además, ayuda a mantener la piel sana en casos de dermatitis atópicas, eccemas y psoriasis.

Por su parte, el germen de trigo es recomendable porque es muy rico en vitamina E y contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo, tal y como se indica en el Diario Ofi cial de la Unión Europea.

Y en el caso de la boca y garganta seca, el propóleo puede contribuir a aliviar esta molesta sensación por su elevada composición en flavonoides, que son los componentes principales de las resinas y bálsamos.

RECOMENDACIONES:
– Bebe mucha agua y mejor a pequeños sorbos.
– Evita alimentos que ayudan a la deshidratación (café, salados, tostados).
– Prioriza aquellos que ayudan a hidratar tu cuerpo (agua, infusiones, frutas y zumos).
– Y también los que protegen las mucosas, como las frutas y hortalizas ricas en carotenos: calabaza, zanahoria, brócoli, pimientos, albaricoques o melocotones…
– Los chicles y caramelos sin azúcar pueden estimular la producción de saliva.
– Evita las corrientes de aire de los aires acondicionados, calefacciones y radiadores, siempre que puedas.
– Caminar o nadar puede ayudarte a mantener tus articulaciones y músculos flexibles.