La palabra “ultraprocesado” ya se ha hecho hueco en nuestro vocabulario para referirnos a alimentos preparados de forma industrial a partir de sustancias derivadas de otros alimentos. En definitiva, son lo contrario al real food o comida real. En el listado de alimentos ultraprocesados encontramos algunos como las bebidas azucaradas, la bollería industrial, las carnes procesadas, los platos precocinados, los snacks, los cereales refinados y los dulces, entre otros.
Ahora bien, ¿por qué los ultraprocesados son tan perjudiciales para la salud?
Este tipo de alimentos están alterados y, por lo tanto, tienen un aporte nutricional perjudicial para nuestra salud. Y esto es debido a la gran cantidad de azúcar, grasas, sal y aditivos que contienen.
Además de contener ingredientes perjudiciales para la salud, al consumirlos estamos desplazando alimentos con un mayor valor nutricional. Es decir, a más ultraprocesados, menor comida real. Esto los convierte en alimentos doblemente perjudiciales.
¿Cómo identificar los alimentos ultraprocesados?
Antes que nada, es importante saber diferenciarlos de los conocidos como “buenos procesados”. En este caso, los alimentos han recibido algún tratamiento, pero no contienen ingredientes artificiales. Y, por lo tanto, su consumo es saludable. Dentro de este grupo entrarían el aceite de oliva, las verduras congeladas, las legumbres en conserva, el pan integral e incluso el chocolate negro con un alto porcentaje de cacao.
Sin embargo, otro problema añadido que presentan los ultraprocesados es que muchas veces son presentados como opción saludable. Por ejemplo, habitualmente se ha considerado que los cereales eran un desayuno saludable o que un zumo era una opción de merienda óptima para los niños. Pero, nada más lejos de la realidad ya que ambos son alimentos con un alto contenido en azúcar y, por lo tanto, ultraprocesados. Pero, no te preocupes, porque a continuación te damos algunos tips para que puedas diferenciar estos alimentos cuando vas a la compra.
1. Cuidado con los aditivos alimentarios
Los aditivos alimentarios se añaden a los alimentos con una finalidad tecnológica. En este sentido, los colorantes, conservantes o edulcorantes son sinónimo de alimento ultraprocesado.
2. Presta atención a la etiqueta nutricional y a la lista de ingredientes
De hecho, una buena forma de guiarte cuando tengas dudas de si un alimento es un buen procesado, es la cantidad de ingredientes que contiene. A más ingredientes, mayor alteración del producto y, por lo tanto, mayor procesado.
En este sentido, también es importante saber que el ingrediente que salga en primer lugar es el que tiene mayor presencia y así sucesivamente siguiendo el orden de aparición.
3. La fecha de caducidad también cuenta
Suele coincidir que la fecha de caducidad de los alimentos ultraprocesados es más larga que la de la comida real. Por supuesto, en este sentido no hay que tener en cuenta las verduras congeladas o las legumbres en bote que, pese a ser buenos procesados, tienen fechas de caducidad largas.
Lo ideal es que, si los ultraprocesados forman parte de su dieta habitual, vayas sustituyéndolos por comida real mucho más nutritiva y saludable para tu organismo. Y siempre, acompañar la dieta de un estilo de vida activo en el que practiques ejercicio físico varias veces por semana. ¿Empiezas hoy el cambio?
