Cuídate con cúrcuma
La cúrcuma es una especia que se ha utilizado de forma tradicional en la medicina ayurvédica y en la medicina tradicional china para ayudar a la función hepática. Se trata de una de las especies más comunes con las que se condimenta el curry y es originaria de la India.
Una de las propiedades más destacables de la cúrcuma es su acción antiinflamatoria, siendo recomendable en casos de artrosis, artritis, reumatismo y todo tipo de lesiones deportivas. Y es que los curcuminoides presentes en esta especia tienen la capacidad de inhibir la síntesis de prostaglandinas inflamatorias. Es ideal, por tanto, para aliviar los dolores musculares y articulares.
La cúrcuma también tiene efectos antioxidantes importantes y puede ayudar a mejorar el sistema antioxidante natural del cuerpo. El hígado es uno de los órganos más importes del cuerpo humano. Es el máximo depurador de toxinas y por ello trabaja constantemente en beneficio de nuestra salud. Esta famosa especia nos ayuda a eliminar toxinas del hígado durante el proceso. Por tanto, el consumo de cúrcuma puede ayudar a mantener la función normal del hígado. Esta especia rica en nutrientes facilita las digestiones y contribuye a estimular la producción de fluidos digestivos.
Por tanto, tanto si lo que necesitas es una depuración para restablecer la correcta actividad del hígado, como si tienes dolores articulares y musculares y buscas un antiinflamatorio natural, puedes ayudarte de la cúrcuma, ya sea en infusión, como complemento alimenticio, o incorporada en polvo en recetas como la que te presentamos a continuación:
CREMA DE ZANAHORIA CON CÚRCUMA Y JAMÓN
Ingredientes:
- Zanahorias (6 uds)
- Cebolla 2 und
- Queso de untar (2 cucharadas)
- Leche
- Jamón serrano (100g)
- Cúrcuma
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
Pasos:
- Pelar y cortar a trozos las zanahorias y las cebollas.
- Poner en la cazuela la leche a hervir con la zanahoria y la cebolla, un poco de sal, un chorrito de aceite y una cucharada de cúrcuma.
- Cocinar hasta que la zanahoria esté blanda y añadir las dos cucharadas de queso de untar fuera del fuego.
- Triturar todo hasta que quede una crema ligera sin tropezones.
- Cortar el jamón con las tijeras a tiras finas y saltearlo con un poco de aceite.
- Presentar la crema en un bol o plato hondo con el jamón por encima.
- Rematar con un chorrito de aceite crudo y un twist de pimienta.