Durante las vacaciones es fácil olvidarnos de nuestras rutinas de cuidado facial y corporal y que nuestra piel se resienta. Además, en esta época está más expuesta a agentes externos que pueden agredirla. Pero, no te preocupes, con estos consejos podrás cuidar tu piel en verano para que esté lo más saludable posible.

Regla número uno: protégete del sol

Aunque lo habrás oído ya seguramente, protegerse del sol es fundamental y el mayor cuidado que puedes proporcionar a tu piel. Además, aunque hay que usar protección solar durante todo el año, en verano es aún si cabe más importante. Pero ¿y si además de proteger tu piel proteges, también, el medio ambiente? Con nuestros protectores solares naturales además de cuidar y mejorar el estado de tu piel, protegerás tu entorno.

Pero, y si olvidas ponerte algún día la protección… Nuestro consejo: aplícate a posteriori un gel puro de aloe vera, que te refrescará y aliviará tu piel. Los aceites esenciales (vegetales) de almendras y rosa mosqueta también funcionan muy bien.  

Otro de los aceites que mejor funcionan es el aceite de sésamo, con alta capacidad antioxidante. Gracias a su contenido en vitamina E es una buena ayuda para contrarrestar los radicales libres de los rayos de sol, protegiéndonos así del daño celular que pueden ocasionar los rayos UVB.

Su principal uso es junto con la crema solar para que ésta sea más fluida y para potenciar su efecto. También puedes utilizarlo después de tomar el sol para reparar la piel y eliminar rojeces, ya que además de favorecer el bronceado natural, contribuye a una buena hidratación de la piel.

A nivel cosmético, con el aceite de sésamo podrás aliviar irritaciones o descamaciones en la piel. Resulta beneficioso para las quemaduras, también las solares y para las arrugas en la piel.

Alivia tus pies

En verano es muy habitual que nuestros pies sufran por el calor, el cambio de calzado, etc. Si sufres alguna erupción cutánea o rozaduras tenemos un ungüento de propóleo regenerador, que además es ideal para llevar a tus viajes por su formato compacto. El propóleo y la cera natural confieren a este producto sus peculiares propiedades antisépticas y antifúngicas.

Además, si sufres hongos en los pies tenemos una solución muy eficaz:  unas gotas de aceite de árbol del té junto a gel puro de aloe vera.

Brotes de piel atópica

Si tienes piel atópica es posible que en verano tengas algún brote. Nuestra recomendación es apostar por una leche corporal neutra con unas gotas de aceite de caléndula (o por la mañana la crema y por la noche el aceite, el aceite solo nunca por el día).

Recuerda: es muy importante enjuagarte siempre al salir de la piscina, ya que el cloro reseca mucho la piel. Por esto, también es fundamental hidratarla bien.