Aprende los diferentes tipos de harina y los beneficios de cada una de ellas.
La harina es el polvo que se obtiene del cereal molido y de otros alimentos con almidón, esencial para mantener una dieta equilibrada. Existe una gran variedad de tipos de harina, ya que se pueden extraer de distintos cereales, pero la más popular es la de trigo.
Además, podemos distinguir entre harina integral y refinada, ya que cada una de ellas aporta unos beneficios concretos.
¿En qué se diferencian la harina integral y la refinada?
La harina integral se obtiene al moler granos enteros de cereales y alimentos ricos en almidón. Esta aporta sobre todo, fibras, vitaminas, ácidos grasos y otras propiedades como magnesio, hierro y zinc y además, ayuda a reducir el colesterol y regula mejor los niveles de azúcar en sangre.
La harina refinada se obtiene al mezclar el salvado y el germen de cereales y alimentos ricos en almidón, moliendo solamente el endospermo, que es el tejido nutricional formado en el saco embrionario de las plantas con semilla. Esta tiene una durabilidad mayor, pero contiene más carbohidratos altos en calorías y menos fibras y nutrientes, aunque es más digerible, más porosa para horneados y también, un buen espesante.
¿Qué tipos de harina existen?
- Harina de trigo: rica en hierro, proteínas, calcio, fibra y potasio. Es la más utilizada para elaborar masas dulces y saladas y además, para rebozar carnes y pescados.
- Harina de arroz: rica en hidratos de carbonos, baja en grasas y con proteínas vegetales, vitaminas y minerales. Se puede usar principalmente para hacer recetas en tempura, fideos, guisos y como espesante para las salsas.
- Harina de avena: disminuye los niveles de colesterol, favorece la digestión y previene enfermedades del corazón, entre otras funciones y se emplea sobre todo para realizar repostería.
- Harina de algarroba: favorece el control del peso, reduce el colesterol y es fuente de hierro y calcio, se utiliza para hacer dulce y como sustituto del cacao en polvo.
- Harina de centeno: regula el peso y los niveles de colesterol y además, controla la glucosa, entre otras propiedades. Se suele utilizar sobre todo para elaborar panes.
- Harina de espelta: tiene un gran aporte de carbohidratos, fibra, proteínas y calcio, entre otros. Se usa principalmente para hacer pan y pastas.
- Harina de coco: rica en fibra, proteínas, ácido láurico y magnesio. Se puede usar para hacer panes y dulces, para espesar sopas y guisos y también, para empanar.
- Harina de garbanzos: rica en fibra, proteínas de origen animal, magnesio y potasio. Se utiliza principalmente para rebozar y como espesante de guisos y caldos.
Además, existen otros tipos como: la harina de almendra, cebada, teff y trigo sarraceno.
Si quieres saber recetas en las que se usan los diferentes tipos de harina, puedes visitar nuestra sección de Cocina Saludable con recetas como la de pan de espelta con semillas.