¡Olvídate de los piojos!

La vuelta al cole tiene aspectos tan entrañables como el reencuentro con los viejos amigos, reemprender los buenos ratos de ocio en el recreo y disfrutar de las intrigantes lecciones de los maestros. Sin embargo es muy frecuente que pasadas las primeras semanas de curso los más pequeños de la casa vuelvan del cole con unos molestos visitantes: los piojos. Por eso, empieza ya a cuidar el cabello de tus hijos de la mano de la naturaleza y adelántate a los indeseados piojos.

¡Olvídate de los piojos!

Los indeseados piojos suelen hacer acompañar la vuelta al cole ya que los más pequeños están en contacto directo durante más tiempo. Pero si quieres prevenir que estos visitantes invadan la cabeza de tu pequeño la naturaleza pone a tu disposición dos herramientas muy buenas: el champú de manzanilla y miel y el aceite esencial del árbol del té.

El Champú de manzanilla y miel es un producto ideal para el cabello de toda la familia ya que se trata de champú neutro, que limpia, nutre y suaviza el cabello dejándolo sedoso y suelto, sin apelmazamiento ni residuos. Al tener un PH neutro, no irrita el cuero cabelludo y puede aplicarse a diario incluso a los niños. Y es que la Miel da fuerza y brillo al cabello, mientras que la Manzanilla es tonificante y antiséptica, de forma que la combinación entre ambas es ideal para evitar la proliferación de los piojos.

El complemento ideal a este champú es el aceite esencial del árbol del té, un poderoso antiséptico que se utiliza para combatir hongos, virus y bacterias. Este aceite esencial, también con efecto antiinflamatorio, es un remedio ideal para combatir los piojos, así como para casos de pie de atleta o acné. Además, añadiendo unas gotitas al champú y utilizándolo de forma regular es un valioso preventivo.

Por eso, comienza a aplicar a tu pequeño el champú de manzanilla y miel con una gotitas de aceite esencial de árbol del té y no esperes a que los piojos se instalen en su cabecita.

Puedes encontrar estos productos en nuestra tienda on-line.

Croquetas de quínoa con tofu a las finas hierbas

Croquetas de quinoa y tofu

Ingredientes

  • 100g de quínoa (cocida con limón rallado)
  • 3 cucharadas de pan rallado
  • 2 huevos
  • 150g de tofu a las finas hierbas
  • 1 cebolla pequeña
  • Limón
  • Orégano
  • Sal
  • Pimienta

Preparación

  1. Lavar la quínoa con abundante agua y escurrir bien
  2. Ponerla en un cazo con 1,5 ó 2 volúmenes de agua fría y llevar a ebullición, dejar a fuego lento tapada durante 10-15 minutos y añadir la sal
  3. Amasar la quínoa cocida tibia, con las migas de pan duro hasta que se consiga una masa homogénea, añadir sal y dejar a parte
  4. Triturar el tofu o rallarlo, mezclar con las yemas de los huevos, las hierbas aromáticas, añadir la sal y la pimienta
  5. Formar croquetas con la mezcla de quínoa. Hacer un agujero en el centro de cada una con vuestro dedo índice y rellenar con la mezcla con el tofu y volver a cerrar la croqueta con la quínoa
  6. Freír las croquetas girándolas delicadamente para que queden bien hechas.
  7. Servirlas tibias con ensaladas y, si así se desea, con salsa picante (mayonesa, tomate, pimienta roja y jengibre). También se pueden comer frías para un picnic. Si se forman más pequeñas, se pueden tomar como picapica para cocktails.

Mantén tu colesterol a raya con aceite de Krill

La mala alimentación, el acelerado ritmo de vida y el sedentarismo son factores que están provocando un aumento de los índices de enfermedades cardiovasculares en nuestra sociedad. Por eso es importante invertir estas malas práctica y mantener una alimentación sana y equilibrada, así como realizar ejercicio físico y alejarse del estrés. Pero cuando esto no es suficiente, puedes recurrir a la sabiduría de la naturaleza que, en este caso, te ofrece aceite de krill, una sustancia 100% natural que ayuda a regular los niveles de colesterol.

Aceite Krill colesterol

Rico en ácidos grasos omega 3, el aceite de Krill, es una sustancia 100% natural que favorece la salud cardiovascular. Su ventaja frente a los aceites de pescado, ampliamente utilizados para todo tipo de enfermedades cardiovasculares, es que los ácidos grasos del aceite de krill están unidos a fosfolípidos de forma que nuestras células y tejidos absorben y distribuyen más rápidamente el EPA y DHA.

Por otra parte, el aceite de krill contiene astaxantina, un pigmento rojo antioxidante que da mayor estabilidad al aceite, lo que hace que no sea necesario añadir vitamina E para evitar su oxidación. Además, se trata de un aceite 100% natural el cual no está enriquecido con ninguna sustancia adicional.

Es importante escoger bien el aceite de krill que se va a consumir, y buscar aquel que se obtiene de una única especie, auphausia superba, que se trata de un minúsculo crustáceo que habita a 100 metros de profundidad, en las aguas limpias y frías del Océano Antártico.

Su extracción se realiza siguiendo la normativa de pesca controlada que marca WWF, con criterios de ecosostenibilidad, y su procesado garantiza la máxima calidad del producto, ya que tanto la captura, procesado, almacenado del producto está totalmente controlado.
De forma que descubre este pequeño tesoro antártico y comienza a cuidar tu salud cardiovascular en armonía con la naturaleza.