El sabor salado y su relación con los órganos de agua (Riñones, suprarrenales, órganos urogenitales, huesos)

  El sabor salado representa el elemento agua, es un sabor (yang) contractivo, que ayuda a incrementar el ki si se usa de forma comedida.

La sal marina no refinada, como mayor exponente del sabor salado, ha sido fuente de salud y vida desde los orígenes mismos del ser. Es tan importante que en la Antigüedad la retribución que se recibía por el trabajo prestado se hacía en sal, de ahí deviene la palabra “salario”. Así mismo, el miso, shoyu y tamari orgánicos, no pasteurizados constituyen una forma de sal beneficiosa para el organismo.

Pero estos elementos nobles pueden convertirse en un veneno cotidiano si su origen es refinado, quimicalizado, o aditivizado. Por ejemplo, sal de mesa común refinada en su 99.99% compuesta de cloruro de sodio, y el resto agregado de yodo y destroxa, este último una forma de azúcar. O bien miso, shoyu y tamari, elaborados a partir de soja transgénica y de sal refinada, aditivizado con el terrible potenciador de sabor glutamato monosódico.

La sal marina es la consecuencia de la simple evaporación del agua de mar que deja un residuo sólido compuesto por 84 elementos estables, donde por supuesto el cloro y el sodio son los principales elementos cuantitativos, representando casi el 90% de su composición, pero la importancia cualitativa de ese 10% restante, es verdaderamente extraordinaria.

Si partimos de la premisa de que la vida en el planeta surgió del lecho marino, es obvio que haya una semejanza intrínseca, cualitativa y funcional con aquella (sopa madre). Todas las formas de vida del planeta (plantas, animales, humanos), llevamos incorporada dicha solución en nuestros fluidos internos (savia, líquidos intracelulares, plasma sanguíneo). De esto eran conscientes nuestros antepasados gracias a su intuitiva visión holística y analógica; pero nuestro reduccionista modernismo industrial es incapaz de considerar esta perspectiva. Concretamente con la sal se comenzó por pensar en término “suciedad”, había que lavarla y purificarla para presentarla como un producto limpio e higiénico.

Por supuesto que en esta retrospección encontramos el origen en el momento de la industrialización, pero lo curioso es que lo que animó a la industria a desarrollar complejos y costoso procedimientos de purificación de la sal no fueron para los fines alimentarios, sino el gran valor industrial del componente básico de la sal, el cloruro sódico. Este es un reactivo perfecto y económico utilizado para la producción de plásticos, aceites minerales, industria bélica y espacial, y claro también la industria alimentaria lo utiliza en su batería de aditivos, conservantes, como inhibidor de procesos de descomposición, por ejemplo: el yogourt contiene cloruro de sodio, no como saborizante, sino como conservante. El residuo de todo este proceso industrial es el que se conoce como sal común, que luego es yodada para uso comestible.

Con la sal hay una gran confusión, y es que se meten en el mismo saco la sal refinada con toda la información precedida en este artículo, y la sal marina no refinada. ¿Cuántas veces hemos escuchado decir que la sal es nociva par al salud?, y lo que sucede en realidad es que el umbral entre lo saludable y lo nocivo radica en el origen, la cantidad, la forma como se utilice y la constitución de quien la consuma.

Desde el punto de vista oriental, la sal es un elemento yang, que en pequeñas cantidades caliente y mueve la energia hacia la parte baja del cuerpo y hacia adentro. Contribuye a un buen drenaje de toxinas, permite que la energia ki o vital fluya elevando la vitalidad, mejorando la sexualidad, potenciando la erección, reconstituyendo huesos y pelo. Mentalmente crea un carácter más disciplinado con capacidad de materializar, mejora la concentración, invita al placer. El sabor salado estimula la digestión, realzando el sabor de los alimentos, iniciando el flujo de saliva y jugos estomacales.

Pero si se abusa de la sal se crea estancamiento del ki, que se manifiesta con endurecimiento y contracción de los vasos sanguíneos, empobrecimiento de huesos, canas prematuras, agarrotamiento, dolores en rodillas y riñones, calambres menstruales, molestias en ovarios, sequedad en la piel, sofocos y sequedad en las mucosas durante el climaterio. Para entender el efecto de secar, podemos recurrir a la figura analógica de un jamón seco que se consigue por la acción de la sal. El exceso de sal también puede contribuir a la dureza, tensión e inflexibilidad mental, impaciencia, temperamento corto, obstinación y tendencia al fanatismo. Un exceso de sal invita a relaciones sexuales cortas, viciadas, y a veces violentas.

El exceso de sal o el consumo de sal cruda desata los líquidos produciendo hipertensión, la sal se fija en las moléculas de agua haciendo más pesados los tejidos.

A un nivel emocional, los riñones filtran la sal y su exceso puede bloquear la energía renal y acentuar el sentimiento del miedo y timidez excesiva. El miedo se puede transformar en violencia y si se estimula demasiado puede producir temeridad, pero un uso moderado de la sal, shoyu, tamari o miso en cocción, contribuyen a un buen funcionamiento de los riñones, mejoran la digestión, el sistema cardiovascular, ayuda a mantener el sistema óseo flexible, nos hacen menos vulnerables al frío y dinámicos, mejoran la capacidad de concentración y materialización, estimula una sexualidad gratificante incrementando la libido, la fertilidad y el coraje.

Los usos terapéuticos del sabor salado son muchos, por ejemplo, para tratar un estreñimiento de tipo yin por falta de tono en los intestinos, para eliminar descargas en la piel como forúnculos, eccemas o acné. Es un remedio casi infalible para el dolor de garganta, haciendo gárgaras con agua tibia y sal. Es útil como enjuague bucal para combatir la piorrea y en general para combatir algunas infecciones.

Las fuentes del sabor salado por excelencia son a sal, claro está, las algas, el miso, shoyu, tamari, encurtidos, ciruelas de umeboshi y gomasio.

La sal adecuada para cocinar es la sal marina no refinada blanca. En esta latitud deberíamos usar, en concreto, sal atlántica blanca. La sal gris contiene muchos minerales, entre otros  el magnesio, y puede producir efectos extremos.

De cualquier modo no es adecuado consumir sal cruda (recientemente sanidad ha tomado la medida de retirar los habituales saleros de las mesas de los restaurantes), y utilizarla siempre cocinada, pero tampoco hay prescindir totalmente de la sal, pues es tan perjudicial para la salud el abuso como la carencia. Uno o dos pellizcos de sal serán suficientes para condimentar nuestros guisos. Los cristales de sal se deshacen en la cocción, remineralizando los alimentos, de manera que su sabor no anule el sabor de lo cocinado. Sólo en caso de salteados rápidos o en la confección de pickles o fermentos el uso de la sal cruda es aconsejable, pues la acción del tiempo hará de catalizador.

Tener sed constantemente, enorme apetito, apariencia seca, somnolencia, falta de energia, mandíbulas muy tensas, podrían ser síntomas que denoten un consumo excesivo de sal. Es preferible que los niños menores de siete años apenas tomen sal. Los adultos con orejas muy grandes, especialmente con lóbulos grandes, según la medicina oriental, reflejan una constitución fuerte y toleran un poco más de sal.

El mes de febrero es un mes de transición entre la transformación o movimiento agua y la transformación o movimiento árbol (aire). Es el momento en la naturaleza donde toda el agua está concentrada en las raíces y donde menos agua hay en el exterior, es por eso que en la luna nueva de febrero se aconseja cortar la madera. Como preparación al tiempo venidero de primavera y permitir que el agua fluya hacia arriba, es conveniente reducir paulatina y lentamente el consumo de sal, proteínas fuertes, alimentos muy concentrados, aceites, frutos secos y todos los elementos que nos han ayudado a conservar el calor en nuestro interior.

Macarrones integrales a la boloñesa de seitán

El seitán es un alimento totalmente vegetal que destaca por su alto contenido en proteína. Por este motivo, y por su aspecto similar a la carne, este preparado a partir del gluten de trigo es conocido como la carne de los vegetarianos, y por eso se utiliza de forma similar en la cocina.

En esta ocasión, te proponemos una deliciosa receta con la que aprovecharás todos los beneficios nutricionales del seitán, y la riqueza en licopeno del tomate frito. Además, con esta alternativa receta harás las delicias de todos tus comensales.

Ingredientes:

250 g de macarrones bio cesta

300 g de seitán

50 g de cebolla

10 g de ajo (2 dientes)

50 g de pimiento verde

500 g de tomate frito

100 ml de vino tinto

albahaca fresca

orégano fresco

200 ml de aceite de oliva

5 g de pimienta negra

 

Preparación:

– Poner a hervir los macarrones y dejarlos al dente, según las instrucciones.

– Cortar  la cebolla, el ajo y el pimiento verde y pochar a fuego suave.
– Añadir el seitán, rehogar, agregar el vino tinto y cuando se haya evaporado, agregar  el tomate.
Espolvorear con el orégano, la albahaca y la pimienta negra, se pone a punto de sal y listo para servir.
Colocar sobre el plato los macarrones calientes y por encima la salsa boloñesa.
Se puede acompañar de queso rallado.

 

Nota: Esta salsa también se puede utilizar para preparar canelones, lasaña, berenjenas y calabacines.

Descubre cómo elaborar una rica Tarta de Calabaza

La calabaza es una hortaliza propia de la estación invernal, por lo que este mes todavía podemos disfrutar de su suave y dulce sabor. Esta verdura destaca por sus propiedades antioxidantes, a la vez que favorece la eliminación de líquidos y grasas del organismo puesto que contiene gran cantidad de agua y muy pocas calorías.

Te proponemos que aproveches los últimos días del invierno con una rica y nutritiva tarta de calabaza, con la que tus invitados y familiares se chuparán los dedos.

 

Ingredientes:

– 400 gramos de calabaza hervida o asada

– 150 gramos de mantequilla o margarina

– 300 ml de nata vegetal o de vaca

– 4 huevos ecológicos biocesta

– 150 gramos de harina de trigo

– 200 gramos de azúcar de caña

– 1 sobre de gaseosa o polvo de hornear

 

Preparación:

– Batir la mantequilla con el azúcar

– Agregar las yemas de los huevos y seguir batiendo

– Agregar la nata y el sobre de polvo de hornear

– Hacer un puré con la calabaza y mezclarlo todo

– Poner las claras a punto de nieve y agregarla a la masa

– Enharinar un molde, verter la mezcla anterior y llevar al horno  a 180ºC por 45 minutos.

 

 

Nota: Esta tarta estará lista para comer justo con 45 minutos y su textura es un poco blanda.

Muffins de Chocolate para enamorar

Si en estos días quieres preparar una receta especial para tu pareja te proponemos unos deliciosos muffins de chocolate, un dulce que te aportará la energía del cacao y del que disfrutaréis con su rico sabor.

INGREDIENTES:

– 280 gr. de harina de manitoba
– 175 gr. de azúcar de caña
– ½ cucharadita de levadura en polvo
– ½ cucharadita de bicarbonato
– 5 cucharadas de cacao en polvo desgrasado
– 170 ml. de leche o bebida vegetal
– 150 gr. De aceite de oliva
– 2 huevos
– 200 gr. de perlitas de chocolate

 

PREPARACIÓN:

– Calentar el horno a 200º. Engrasar perfectamente un molde especial para 12 muffins

– En un bol mezclar bien todos los ingredientes secos y reservar.

– En otro bol mezclar bien los ingredientes húmedos.

– Añadir los ingredientes húmedos sobre los secos e integrar rápidamente con un máximo de 10-15 movimientos. No importa si quedan trazas de harina, ya que desaparecerán en el horno.

– Meter la masa en los moldes y llenar solo ¾ de su capacidad.

– Hornear los muffins aproximadamente de 15 a 20 minutos hasta que al pincharlos con un palillo éste salga limpio. Sacar los muffins del horno, dejar reposar 5 minutos en el molde y luego desmoldar.

¿Conoces las propiedades del aceite de oliva? Descubre la joya de tu mesa que cuida la salud de tu familia…

Presente en la mesa de la mayoría de nosotros, el aceite de oliva es mucho más que un condimento o ingrediente en tus recetas. Este líquido dorado y denso se está convirtiendo en el guardián de nuestra salud gracias a sus propiedades saludables avaladas por los numerosos estudios que se realizan. Beneficios que favorecen nuestro bienestar, especialmente cuando se trata de aceite de oliva de primera presión en frío y está elaborado con aceitunas ecológicas.

El aceite de oliva es el zumo o jugo oleoso extraído por prensado de la aceituna, dentro de sus cualidades organolépticas destaca el color dorado o verdoso debido a la presencia de pigmentos de clorofila y carotenoides, denso y de aroma perfumado. Cuando la extracción se produce por presión en frío, por medios únicamente mecánicos y no se refina el jugo, se obtiene el aceite de oliva virgen, con pureza y cualidades en su máximo esplendor, especialmente cuando las aceitunas proceden de agricultura ecológica.

Este alimento, destaca sobre todo por poseer antioxidantes naturales debido a su contenido en tocoferol (vitamina E) y en polifenoles, cuyo componente principal es el tirosol. De hecho se ha comprobado que consumir aceite de oliva de forma regular previene el envejecimiento celular, gracias a la acción de estas sustancias antioxidantes.

Pero son muchas más las propiedades que se han descrito sobre el aceite de oliva, como por ejemplo que contribuye a la regulación de la glucosa en la sangre; disminuye la tensión arterial; regulariza el funcionamiento del aparato circulatorio; mejora la absorción intestinal de los minerales y  vitaminas liposolubles (A, D, E, K);  estimula el crecimiento óseo favoreciendo la absorción de calcio y la mineralización del esqueleto; estimulando el crecimiento; además también tiene un efecto protector y tónico sobre la piel y el cabello.

Otra propiedad destacada del aceite de oliva es que es uno de los más ricos en ácido oleico, grasa monoinsaturada, con efecto benéfico sobre el colesterol, ya que baja las tasas de LDL o colesterol malo y aumenta las de HDL o colesterol bueno. Lo que convierte al aceite de oliva en un protector cardiovascular natural.

 

Consejo de la abuela: Para cálculos biliares y casos acentuados de estreñimientos, se recomienda, con suma precaución, consumir en ayunas durante tres días, un taza de aceite de oliva mezclado con  ¼ de litro de zumo de naranja.

 

Aprende a preparar una rica crema de lentejas rojas

Muy utilizadas en la cocina, las lentejas son unas legumbres que no deben faltar en la dieta por su gran valor alimenticio. Son conocidas por su riqueza en hierro, pero también tienen otras propiedades beneficiosas para la salud como su capacidad de reducir el colesterol y grasas por su aporte en fibra, ayudando a prevenir enfermedades cardiacas.

Por su parte, el tofu, conocido como el “queso de soja”, aporta a esta receta el contenido de proteínas necesario para hacer de éste un plato ideal para la época del año en la que nos encontramos.

Ingredientes:

– 250 gr. de lentejas rojas Biocesta

– 1 cebolla grande picada

– 1 cucharada de aceite de oliva de primera presión en frío

– Agua o caldo vegetal (aprox. 4 veces el volumen de las lentejas)

– 1 hoja de laurel

– 1 cucharadita plana de café de orégano

– ½ cucharadita de café de semillas de comino

– Sal, pizca de cayena

– 100 g de tofu Biocesta cortado en daditos tipo picatostes

– Aceite de oliva, de primera presión en frío, para saltear el tofu

 

Preparación:

  • Saltear la cebolla
  • Agregar las lentejas (no necesitan remojo) el agua o caldo y los condimentos
  • Dejar cocinar hasta que se forme una crema
  • Saltear los daditos de tofu
  • Servir la crema caliente o tibia con los daditos por encima

 

Aprende a preparar Lekaj, el pastel típico del año nuevo judío

Esta receta consiste en un pastel tradicional que se sirve en el año nuevo judío en Europa y tiene algunas diferencias según la región. Te mostramos la forma más sencilla y práctica de prepararlo con tus propias manos.

– Ingredientes:

½ taza de miel
1 taza de azúcar integral de caña
½ taza de aceite de girasol
1 sobrecito de café soluble biológico disuelto en ½ taza de agua
450 g de harina de trigo o espelta integral
6 huevos biológicos
1 cucharadita de polvo para hornear
1 cucharadita de canela
1 clavo de olor machacados
½ copita de brandy u otro licor similar
la piel rallada de 1 naranja
½ cucharadita de sal marina
100 g de nueces biológicas partidas

Opcional: helado, nata fresca biológica

 

– Preparación:

  • Batir las yemas con el azúcar
  • Agregar la miel, el aceite y el café
  • Añadir poco a poco la harina con el polvo para hornear hasta que se integren bien.
  • Incorporar el brandy, la ralladura de naranja, la canela y el clavo de olor machacado
  • Batir a punto de nieve las claras con la sal y añadir a la preparación poco a poco, mezclando de manera lenta y envolvente
  • Precalentar el horno a 180 grados.
  • Incorporar las nueces (previamente espolvoreadas con harina)
  • Verter la preparación en un molde redondo o en dos budineras, previamente untados con aceite
  • Cocinar a horno a 180 grados entre 40 y 50 minutos o hasta que al pinchar con un palillo salga seco

 

Opcional: servir con helado y un copete de nata fresca

¿Todavía no has pensado tu menú para estas fiestas? Te sugerimos una rica receta de seitán navideño…

Si estas fiestas quieres sorprender a tus invitados y familiares con una rica y nutritiva receta, te sugerimos que te atrevas con este seitán navideño. Y es que el seitán es un alimento que está ganando popularidad en la cocina, ya que destaca por su aporte de proteínas totalmente vegetales, siendo un alimento completo y saludable.

 

Conocido como la “carne de los vegetarianos” el seitán es un preparado a partir del gluten de trigo, que tiene una apariencia y textura similar a la carne lo que permite preparar con él multitud de recetas, o tomarlo simplemente a la plancha.

 

Esta vez, como la ocasión lo merece, te proponemos una receta festiva con la que tus invitados ¡se chuparán los dedos!

 

 

 

Ingredientes (para cuatro personas):

– 8 filetes de seitán biológico.

– Aceite de oliva virgen extra

– Sal

– 1 vaso de cava

– 1 cebolla cortada

– 4 cucharadas de agua

– 2 cucharaditas de perejil cortado finamente

– 1 cucharatida de zumo de limón

– Pimienta molida

 

Elaboración:

– Salpimentar el seitán, poner al fuego un sartén y dorarlo por los dos lados con aceite de oliva.

– Retirar el seitán del fuego y en el mismo aceite rehogar la cebolla, añadir el cava y el agua, sin dejar de remover hasta que se haga una ligera salsa.

– Añadir el perejil y el limón, dejar que se mezcle todo muy bien

– Incoorporar nuevamente el seitán y servir caliente.

Cus cus con garbanzos

Si ya no sabes qué cocinar, si te apetece innovar en la cocina pero no quieres renunciar a una dieta saludable, te animamos a que descubras el cus cus, una preparación a base de trigo que te permite elaborar múltiples recetas ligeras y ricas en nutritientes.

 

Ingredientes:

– 300 g de cebollas picadas

– 2 dientes de ajo machacados

– 2 cucharaditas de comino molido

– 2 cucharaditas de cardamomo molido

– 1 trozo de canela en rama

– Cayena a gusto

– 1 bote grande garbanzos en conserva

– 1 bote de tomate triturado

– 500 ml de caldo de verdura

– 1 cucharada de anacardos en trocitos

– 2 tazas (aproximadamente 250 g) de cus cus

– Cilantro picado

– Aceite de oliva de primer presión

– Sal

 

Preparación:

– En primer lugar saltear las cebollas y los ajos en aceite, agregar las especias y  la canela y saltear un minuto.

– Añadir el tomate y dejarlo cocinar 5 minutos

– A continuación agregar el caldo y los garbanzos y dejar que coja sabor durante 10 minutos aproximadamente

 

Cocción del cus cus:

– Calentar 3 tazas de agua con un poco de sal

– Poner el cus cus en un cuenco y verterle el agua

– Taparlo y dejarlo el tiempo suficiente para que se hidrate y se hinche

– Agregarle una cucharadita de mantequilla o un chorro de aceite. Hacer esto removiendo el cus cus con 2 tenedores para no empastarlo

Servir los garbanzos sobre el cus cus y espolvorear con cilantro picado

Crema de calabaza y castañas

Ya vamos notando el descenso de la temperatura, la humedad, el viento… el otoño ha irrumpido en nuestras vidas y no debemos esperar más para adeucar nuestra alimentación a la nueva estación. Para empezar te proponemos una crema de calabaza y castañas, que te ayudará a templar tu cuerpo mientras disfrutas de su rico sabor.

 

 

 

 

Ingredientes:

– 500 g de calabaza pelada

– 200 g de castañas hervidas y sin piel

– 1 cebolla mediana cortada

– Aceite de oliva de primera presión en frío

– Sal, jengibre, canela

– Opcional: un chorro de nata de soja o de leche

 

 

 

Preparación:

– Saltear las cebollas en el aceite

– Agregar la calabaza, las castañas y los condimentos

– Cubrir con agua y dejar cocinar lentamente

– Cuando todo esté cocido batir bien con hasta tener una crema muy fina

– Se puede agregar un chorro de nata de soja o leche para hacerlo más suave