Aprende a preparar cus cus integral con verduras

Ha legado la primavera y nos apetecen platos más ligeros y frescos. Te proponemos una sencilla y deliciosa receta de cus cus integral con verduras. Aprende a prepararla en sencillos pasos:

Ingredientes:

– 1 taza de cus cus integral ecológico

– 1 taza de agua

– 1 cebolla cortada en juliana

– 1 zanahoria cortada en dados

– 1 taza pequeña de col blanca

– 2 dientes de ajo picados

Aceite de oliva virgen extra de primera presión en frío

– Sal marina

– Cebollino picado

– Frutos secos variados

– Salsa de soja

 

Preparación:

– Poner un chorrito de aceite en una cazuela de fondo grueso y saltear los ajos. Cuando estén dorados añadir la cebolla, la col y la sal, y saltear durante 10 minutos.

– Añadir las zanahorias y el agua y rectificar de sal si fuera necesario.

– Cuando el agua comience a hervir, añadir el cus cus y retirar del fuego.

– Echar unas gotas de aceite y de salsa de soja y dejar reposar 10 minutos más con la cazuela tapada.

– Servir con el cebollino picado y los frutos secos troceados.

Brownie con helado de soja… irresisitible!

Si quieres preparar un postre diferente, sorprendente y saludable, invita a tu comensales a un rico brownie con helado de soja. Elaborado con ingredientes naturales y ecológicos, además de deleitar a los tuyos les ayudarás a cuidar su salud viéndoles disfrutar.

Ingredientes (para 8 personas):

– ¾ vaso de agua

– 150cc aceite de oliva virgen extra

– 1 vaso de 250cc + ¼ vaso de melaza de arroz

– ½cc de sal marina

– 1cs de levadura de espelta

– 50cc de cacao o harina de algarroba

– 2 vasos de 250cc + 50cc de harina semi-integral de espelta

– ½ vaso de nueces partidas

– Un postre de soja de 500ml

 

Preparación:

– Preparar el helado mezclando el postre de soja con 3 cucharadas de melaza y dejar congelar ligeramente.

– A parte, mezclar el agua, la melaza, el aceite, la harina, la sal, la levadura y el cacao (o algarroba). Por último añadir las nueces.

– Verter el preparado en un molde rectangular untado con aceite de oliva y hornear durante 30 minutos a 180º.

– Retirar del horno, desmoldar y dejar enfriar en la nevera.

– Servir con una bola del helado de soja y una hoja de menta para decorar.

Sopa de trigo sarraceno con setas

El trigo sarraceno es un pseudocereal ideal para los meses fríos, ya que es muy nutritivo y energético. Destaca por su contenido en proteínas y minerales como hierro, calcio y magnesio. Para aprender a cocinarlo te proponemos un sencilla sopa de trigo sarraceno con setas que además de deliciosa es nutritiva y ligera.

Ingredientes (Para 2 personas):

300 gr de trigo sarraceno

200 gr de setas variadas

1 diente de ajo

Caldo vegetal

Sal

Perejil

Pimienta

 

Preparación:

– En primer lugar lavar bien el trigo sarraceno y tostarlo unos minutos en un sartén caliente.

– En una olla a parte, dorar un diente de ajo en 3 cucharadas de aceite, incorporar el trigo sarraceno tostado y remover bien.

–  A continuación, cubrir con caldo vegetal, llevar a ebullición, bajar el fuego y cocinar durante 30 minutos aproximadamente.

– Diez minutos antes de que esté listo incorporar las setas, remover, rectificar de sal y pimienta y completar la cocción.

– Cuando esté cocido, añadir un poco de perejil y dejar reposar unos instantes.

– Servir con un poco de perejil fresco picado, aceite crudo y pimienta negra molida.

Aprende a preparar Sushi vegetal y renueva tu recetario!

El verano es una época ideal para preparar Sushi vegetal, ya que se trata de una receta sencilla, ligera y muy original con la que sorprenderás a tu familia y a tus invitados. Te explicamos cómo prepararlo sin grandes complicaciones y un delicioso resultado.

Dificultad   Fácil  
Tiempo   45 min  
Raciones  4 personas  
Tipo de plato   Principal 
Características  Sin gluten, vegano  

Ingredientes:

– 500 gr. arroz arborio

– 750 cc. Agua

– 70 cc. vinagre de arroz

– 1 cucharada de azúcar

– 1 cucharada de sal

– 10 hojas de alga nori

Ingredientes para el relleno:

– 150 gr. Aguacate

– 150 gr de setas shitake al ajillo( saltear un poco con aceite de oliva)

– 1 pepino

– 1 zanahoria

Ingredientes para servir:

– salsa wasabi (de rábanos picantes)

salsa de soja

– jengibre en conserva

Preparación:

– Lavar el arroz en un cuenco, hasta que salga clara

– Cuece los 500 gr. de arroz en 750 cc. de agua, en una olla bien tapada, durante 15 minutos, contados a partir del momento que se oiga empezar la ebullición

– Dejar en reposo, aparte, otros 15 minutos. Es fundamental no abrir la olla en ningún momento durante la cocción y reposo

– Mientras reposa el arroz, calentamos un poco el vinagre con el azúcar y la sal, removiendo hasta que se mezclen bien. Deja enfriar y reserva.

– Extender el arroz cocido sobre una bandeja o fuente plana, si es posible de madera.

– Con ayuda de una cuchara, también de madera, vamos haciendo surcos sobre el arroz, de un lado a otro, y de arriba abajo, a la vez que vamos esparciendo el vinagre condimentado, hasta que se enfríe el arroz.

– Para montar el sushi se colocan láminas de algas nori con la cara lisa hacia abajo sobre la esterilla de bambú.

– Después se coloca una capa de arroz con los dedos húmedos cubriendo la capa de algas (dejamos sin cubrir el borde superior para poder enrollarlo), y colocamos los ingredientes de relleno en la parte inferior.

– Por último, enrollamos las láminas sujetando los ingredientes con los dedos y con ayuda de la esterilla, y con un cuchillo muy afila cortamos el rollo en tacos.

Aprende a preparar un rico flan sin huevo

El flan es un postre nutritivo a la vez que delicioso, especialmente para los más pequeños de la casa. Pero en ocasiones podemos tener intolerancia a alguno de sus ingredientes o simplemente desear consumir un flan vegetal. Te proponemos que lo prepares con tus propias manos con esta sencilla y rica receta.

 

Ingredientes:
– 800 cc. de leche o alguna bebida vegetal de su preferencia
– 130 gr. de azúcar  de panela
– 1 cda. de esencia de vainilla
– 5 gr. de agar-agar
– Azúcar extra para acaramelar el molde

 
Preparación:
– Acaramelar la flanera.
– Poner a hervir la leche con el azúcar y la esencia de vainilla.
– Aparte poner en remojo el agar-agar cubriéndolo con agua caliente.
– Cuando el agar-agar esté blando, hervirlo durante 5 minutos, resolviéndolo continuamente.
– Agregar el agar-agar a la leche y seguir cocinando por 5 minutos más, siempre revolviendo.
– Pasado este tiempo volcar la leche en la flanera dejar en reposo y llevar al frigorífico hasta el momento de servir.

 

Acaramelar:

Una taza de azúcar por una de agua diluir el azúcar y llevarlo a ebullición, bajar el fuego y remover hasta que empiece a espesar, retirar del fuego y acaramelar la flanera o moldes a utilizar.

El sabor salado y su relación con los órganos de agua (Riñones, suprarrenales, órganos urogenitales, huesos)

  El sabor salado representa el elemento agua, es un sabor (yang) contractivo, que ayuda a incrementar el ki si se usa de forma comedida.

La sal marina no refinada, como mayor exponente del sabor salado, ha sido fuente de salud y vida desde los orígenes mismos del ser. Es tan importante que en la Antigüedad la retribución que se recibía por el trabajo prestado se hacía en sal, de ahí deviene la palabra “salario”. Así mismo, el miso, shoyu y tamari orgánicos, no pasteurizados constituyen una forma de sal beneficiosa para el organismo.

Pero estos elementos nobles pueden convertirse en un veneno cotidiano si su origen es refinado, quimicalizado, o aditivizado. Por ejemplo, sal de mesa común refinada en su 99.99% compuesta de cloruro de sodio, y el resto agregado de yodo y destroxa, este último una forma de azúcar. O bien miso, shoyu y tamari, elaborados a partir de soja transgénica y de sal refinada, aditivizado con el terrible potenciador de sabor glutamato monosódico.

La sal marina es la consecuencia de la simple evaporación del agua de mar que deja un residuo sólido compuesto por 84 elementos estables, donde por supuesto el cloro y el sodio son los principales elementos cuantitativos, representando casi el 90% de su composición, pero la importancia cualitativa de ese 10% restante, es verdaderamente extraordinaria.

Si partimos de la premisa de que la vida en el planeta surgió del lecho marino, es obvio que haya una semejanza intrínseca, cualitativa y funcional con aquella (sopa madre). Todas las formas de vida del planeta (plantas, animales, humanos), llevamos incorporada dicha solución en nuestros fluidos internos (savia, líquidos intracelulares, plasma sanguíneo). De esto eran conscientes nuestros antepasados gracias a su intuitiva visión holística y analógica; pero nuestro reduccionista modernismo industrial es incapaz de considerar esta perspectiva. Concretamente con la sal se comenzó por pensar en término “suciedad”, había que lavarla y purificarla para presentarla como un producto limpio e higiénico.

Por supuesto que en esta retrospección encontramos el origen en el momento de la industrialización, pero lo curioso es que lo que animó a la industria a desarrollar complejos y costoso procedimientos de purificación de la sal no fueron para los fines alimentarios, sino el gran valor industrial del componente básico de la sal, el cloruro sódico. Este es un reactivo perfecto y económico utilizado para la producción de plásticos, aceites minerales, industria bélica y espacial, y claro también la industria alimentaria lo utiliza en su batería de aditivos, conservantes, como inhibidor de procesos de descomposición, por ejemplo: el yogourt contiene cloruro de sodio, no como saborizante, sino como conservante. El residuo de todo este proceso industrial es el que se conoce como sal común, que luego es yodada para uso comestible.

Con la sal hay una gran confusión, y es que se meten en el mismo saco la sal refinada con toda la información precedida en este artículo, y la sal marina no refinada. ¿Cuántas veces hemos escuchado decir que la sal es nociva par al salud?, y lo que sucede en realidad es que el umbral entre lo saludable y lo nocivo radica en el origen, la cantidad, la forma como se utilice y la constitución de quien la consuma.

Desde el punto de vista oriental, la sal es un elemento yang, que en pequeñas cantidades caliente y mueve la energia hacia la parte baja del cuerpo y hacia adentro. Contribuye a un buen drenaje de toxinas, permite que la energia ki o vital fluya elevando la vitalidad, mejorando la sexualidad, potenciando la erección, reconstituyendo huesos y pelo. Mentalmente crea un carácter más disciplinado con capacidad de materializar, mejora la concentración, invita al placer. El sabor salado estimula la digestión, realzando el sabor de los alimentos, iniciando el flujo de saliva y jugos estomacales.

Pero si se abusa de la sal se crea estancamiento del ki, que se manifiesta con endurecimiento y contracción de los vasos sanguíneos, empobrecimiento de huesos, canas prematuras, agarrotamiento, dolores en rodillas y riñones, calambres menstruales, molestias en ovarios, sequedad en la piel, sofocos y sequedad en las mucosas durante el climaterio. Para entender el efecto de secar, podemos recurrir a la figura analógica de un jamón seco que se consigue por la acción de la sal. El exceso de sal también puede contribuir a la dureza, tensión e inflexibilidad mental, impaciencia, temperamento corto, obstinación y tendencia al fanatismo. Un exceso de sal invita a relaciones sexuales cortas, viciadas, y a veces violentas.

El exceso de sal o el consumo de sal cruda desata los líquidos produciendo hipertensión, la sal se fija en las moléculas de agua haciendo más pesados los tejidos.

A un nivel emocional, los riñones filtran la sal y su exceso puede bloquear la energía renal y acentuar el sentimiento del miedo y timidez excesiva. El miedo se puede transformar en violencia y si se estimula demasiado puede producir temeridad, pero un uso moderado de la sal, shoyu, tamari o miso en cocción, contribuyen a un buen funcionamiento de los riñones, mejoran la digestión, el sistema cardiovascular, ayuda a mantener el sistema óseo flexible, nos hacen menos vulnerables al frío y dinámicos, mejoran la capacidad de concentración y materialización, estimula una sexualidad gratificante incrementando la libido, la fertilidad y el coraje.

Los usos terapéuticos del sabor salado son muchos, por ejemplo, para tratar un estreñimiento de tipo yin por falta de tono en los intestinos, para eliminar descargas en la piel como forúnculos, eccemas o acné. Es un remedio casi infalible para el dolor de garganta, haciendo gárgaras con agua tibia y sal. Es útil como enjuague bucal para combatir la piorrea y en general para combatir algunas infecciones.

Las fuentes del sabor salado por excelencia son a sal, claro está, las algas, el miso, shoyu, tamari, encurtidos, ciruelas de umeboshi y gomasio.

La sal adecuada para cocinar es la sal marina no refinada blanca. En esta latitud deberíamos usar, en concreto, sal atlántica blanca. La sal gris contiene muchos minerales, entre otros  el magnesio, y puede producir efectos extremos.

De cualquier modo no es adecuado consumir sal cruda (recientemente sanidad ha tomado la medida de retirar los habituales saleros de las mesas de los restaurantes), y utilizarla siempre cocinada, pero tampoco hay prescindir totalmente de la sal, pues es tan perjudicial para la salud el abuso como la carencia. Uno o dos pellizcos de sal serán suficientes para condimentar nuestros guisos. Los cristales de sal se deshacen en la cocción, remineralizando los alimentos, de manera que su sabor no anule el sabor de lo cocinado. Sólo en caso de salteados rápidos o en la confección de pickles o fermentos el uso de la sal cruda es aconsejable, pues la acción del tiempo hará de catalizador.

Tener sed constantemente, enorme apetito, apariencia seca, somnolencia, falta de energia, mandíbulas muy tensas, podrían ser síntomas que denoten un consumo excesivo de sal. Es preferible que los niños menores de siete años apenas tomen sal. Los adultos con orejas muy grandes, especialmente con lóbulos grandes, según la medicina oriental, reflejan una constitución fuerte y toleran un poco más de sal.

El mes de febrero es un mes de transición entre la transformación o movimiento agua y la transformación o movimiento árbol (aire). Es el momento en la naturaleza donde toda el agua está concentrada en las raíces y donde menos agua hay en el exterior, es por eso que en la luna nueva de febrero se aconseja cortar la madera. Como preparación al tiempo venidero de primavera y permitir que el agua fluya hacia arriba, es conveniente reducir paulatina y lentamente el consumo de sal, proteínas fuertes, alimentos muy concentrados, aceites, frutos secos y todos los elementos que nos han ayudado a conservar el calor en nuestro interior.

Macarrones integrales a la boloñesa de seitán

El seitán es un alimento totalmente vegetal que destaca por su alto contenido en proteína. Por este motivo, y por su aspecto similar a la carne, este preparado a partir del gluten de trigo es conocido como la carne de los vegetarianos, y por eso se utiliza de forma similar en la cocina.

En esta ocasión, te proponemos una deliciosa receta con la que aprovecharás todos los beneficios nutricionales del seitán, y la riqueza en licopeno del tomate frito. Además, con esta alternativa receta harás las delicias de todos tus comensales.

Ingredientes:

250 g de macarrones bio cesta

300 g de seitán

50 g de cebolla

10 g de ajo (2 dientes)

50 g de pimiento verde

500 g de tomate frito

100 ml de vino tinto

albahaca fresca

orégano fresco

200 ml de aceite de oliva

5 g de pimienta negra

 

Preparación:

– Poner a hervir los macarrones y dejarlos al dente, según las instrucciones.

– Cortar  la cebolla, el ajo y el pimiento verde y pochar a fuego suave.
– Añadir el seitán, rehogar, agregar el vino tinto y cuando se haya evaporado, agregar  el tomate.
Espolvorear con el orégano, la albahaca y la pimienta negra, se pone a punto de sal y listo para servir.
Colocar sobre el plato los macarrones calientes y por encima la salsa boloñesa.
Se puede acompañar de queso rallado.

 

Nota: Esta salsa también se puede utilizar para preparar canelones, lasaña, berenjenas y calabacines.

Aprende a preparar una rica crema de lentejas rojas

Muy utilizadas en la cocina, las lentejas son unas legumbres que no deben faltar en la dieta por su gran valor alimenticio. Son conocidas por su riqueza en hierro, pero también tienen otras propiedades beneficiosas para la salud como su capacidad de reducir el colesterol y grasas por su aporte en fibra, ayudando a prevenir enfermedades cardiacas.

Por su parte, el tofu, conocido como el “queso de soja”, aporta a esta receta el contenido de proteínas necesario para hacer de éste un plato ideal para la época del año en la que nos encontramos.

Ingredientes:

– 250 gr. de lentejas rojas Biocesta

– 1 cebolla grande picada

– 1 cucharada de aceite de oliva de primera presión en frío

– Agua o caldo vegetal (aprox. 4 veces el volumen de las lentejas)

– 1 hoja de laurel

– 1 cucharadita plana de café de orégano

– ½ cucharadita de café de semillas de comino

– Sal, pizca de cayena

– 100 g de tofu Biocesta cortado en daditos tipo picatostes

– Aceite de oliva, de primera presión en frío, para saltear el tofu

 

Preparación:

  • Saltear la cebolla
  • Agregar las lentejas (no necesitan remojo) el agua o caldo y los condimentos
  • Dejar cocinar hasta que se forme una crema
  • Saltear los daditos de tofu
  • Servir la crema caliente o tibia con los daditos por encima

 

¿Todavía no has pensado tu menú para estas fiestas? Te sugerimos una rica receta de seitán navideño…

Si estas fiestas quieres sorprender a tus invitados y familiares con una rica y nutritiva receta, te sugerimos que te atrevas con este seitán navideño. Y es que el seitán es un alimento que está ganando popularidad en la cocina, ya que destaca por su aporte de proteínas totalmente vegetales, siendo un alimento completo y saludable.

 

Conocido como la “carne de los vegetarianos” el seitán es un preparado a partir del gluten de trigo, que tiene una apariencia y textura similar a la carne lo que permite preparar con él multitud de recetas, o tomarlo simplemente a la plancha.

 

Esta vez, como la ocasión lo merece, te proponemos una receta festiva con la que tus invitados ¡se chuparán los dedos!

 

 

 

Ingredientes (para cuatro personas):

– 8 filetes de seitán biológico.

– Aceite de oliva virgen extra

– Sal

– 1 vaso de cava

– 1 cebolla cortada

– 4 cucharadas de agua

– 2 cucharaditas de perejil cortado finamente

– 1 cucharatida de zumo de limón

– Pimienta molida

 

Elaboración:

– Salpimentar el seitán, poner al fuego un sartén y dorarlo por los dos lados con aceite de oliva.

– Retirar el seitán del fuego y en el mismo aceite rehogar la cebolla, añadir el cava y el agua, sin dejar de remover hasta que se haga una ligera salsa.

– Añadir el perejil y el limón, dejar que se mezcle todo muy bien

– Incoorporar nuevamente el seitán y servir caliente.

Crema de calabaza y castañas

Ya vamos notando el descenso de la temperatura, la humedad, el viento… el otoño ha irrumpido en nuestras vidas y no debemos esperar más para adeucar nuestra alimentación a la nueva estación. Para empezar te proponemos una crema de calabaza y castañas, que te ayudará a templar tu cuerpo mientras disfrutas de su rico sabor.

 

 

 

 

Ingredientes:

– 500 g de calabaza pelada

– 200 g de castañas hervidas y sin piel

– 1 cebolla mediana cortada

– Aceite de oliva de primera presión en frío

– Sal, jengibre, canela

– Opcional: un chorro de nata de soja o de leche

 

 

 

Preparación:

– Saltear las cebollas en el aceite

– Agregar la calabaza, las castañas y los condimentos

– Cubrir con agua y dejar cocinar lentamente

– Cuando todo esté cocido batir bien con hasta tener una crema muy fina

– Se puede agregar un chorro de nata de soja o leche para hacerlo más suave